06.03.12Tecnología
Aislamiento acústico en obras de arquitectura
En el presente Informe Especial desarrollaremos los principales aspectos que el profesional debe considerar a la hora de evaluar el control de ruidos y vibraciones presentes en una creación arquitectónica. El aislamiento acústico reviste una gran importancia en función de los molestos efectos que los ruidos indeseados pueden provocar en nuestra calidad de vida, conjuntamente con las patologías que los mismos originan en la caja arquitectónica. Opinan los principales referentes del sector.
Definimos conceptualmente al "ruido": como un sonido que interfiere con nuestras actividades, conversaciones u horas de descanso.
Un mismo sonido puede ser música o diversión para una persona y ruido para otra.
El ruido provoca daños físicos como pérdida paulatina y definitiva de la audición, irritabilidad y hasta convulsiones. ¿Cuántas veces nos resulta imposible conversar en un restaurant con quien permanece a nuestro lado o no escuchar al orador en un salón de actos? Cabe señalar que para el oído humano, los ruidos más perjudiciales son los de alta frecuencia (entre 1 kHz y 6 kHz) y gran intensidad.
Ante dicho contexto, desarrollaremos en forma sintética los métodos de control de ruidos y vibraciones.
Ante dicho contexto, desarrollaremos en forma sintética los métodos de control de ruidos y vibraciones.
Una de ellas son las modificaciones estructurales, las mismas incluyen la rigidización de las partes del sistema que puedan permanecer afectadas por grandes deflexiones a baja frecuencia y al añadido de masa, a fin de reducir la transmisión del sonido a través de las paredes.
Por otra parte, los materiales absorbentes se convierten en eficaces aliados de los diseñadores. Los mismos actúan convirtiendo la energía sonora (movimiento de las partículas del aire) en energía calórica mediante la pérdida por fricción. Los materiales absorbentes más usuales son las fibras de vidrio y las espumas de poliuretano, aunque el mercado comercializa otras opciones igualmente valiosas.
Las barreras son proyectadas normalmente para bloquear las ondas directas que emanan desde una fuente sonora. Los encapsulamientos son simplemente una combinación de barreras para rodear la fuente sonora. Habitualmente, los mismos son cubiertos interiormente con materiales absorbentes, a efectos de conseguir una mejora en la reducción del ruido. Si ello no se hiciera adecuadamente se generaría un campo reverberante dentro del encapsulamiento, el cual anularía en parte, el efecto de aislación creado por la barrera. Podemos valorar entonces a la reducción del ruido de un encapsulamiento como la combinación generada por la pérdida de transmisión de la barrera, más el coeficiente de absorción del material utilizado en el interior del encapsulamiento.
La aislación amortiguada de vibraciones conforma el método utilizado para reducir la transmisión de energía vibratoria desde un sistema a otro. Los aisladores de vibración más comunes son los resortes de acero o los soportes de goma o plástico. Los mencionados sistemas pueden adoptar cualquier forma que sea requerida para proveer aislación para masas que pesan desde unos pocos kilos hasta toneladas. Un buen ejemplo de aislación amortiguada es la suspensión de un automóvil. Los absorbentes de impacto proveen la disipación de la energía al bombear un fluido a través de orificios que proveen, a su vez, una resistencia conocida al paso de un flujo de alta velocidad. Muchos sistemas de aislación utilizan elastómeros ya que éstos poseen capacidad de trabajar como resortes y amortiguadores al mismo tiempo.
Otra forma de amortiguación, la estructural, resulta quizás, la más útil de las herramientas para reducir, tanto el ruido de impacto como el ruido permanente, en su misma fuente. Conceptualmente, se trata de disipar la energía vibratoria en la estructura antes que ésta crezca y pueda ser radiada en forma de sonido. Una consideración muy importante es que la amortiguación estructural sólo suprime movimientos resonantes. Las vibraciones forzadas, no resonantes, son muy raramente atenuadas con el uso de amortiguación. Sin embargo, la aplicación de materiales de amortiguación puede, en ocasiones, provocar el efecto de incrementar la rigidez y masa del sistema.
Un tratamiento de amortiguación consiste en la utilización de cualquier material o combinación de ellos aplicados a un componente, o parte de una máquina, a fin de incrementar su capacidad de disipar la energía mecánica. Casi todos los materiales poseen una cierta cantidad de amortiguación o histéresis mecánica. No obstante ello, algunos tales como el acero, el vidrio y el aluminio, entre otros, presentan una escasa amortiguación interna, al punto que su capacidad resonante los convierte en muy efectivos radiadores del sonido. Si se ponen en contacto íntimo dichas estructuras con materiales altamente amortiguados, será posible controlar esas resonancias. La mayoría de los materiales diseñados actualmente como amortiguadores de ruido son visco-elásticos, por lo tanto, son capaces de acumular energía cuando se deforman, al tiempo que disipan dicha energía a través de un proceso de histéresis.
El fenómeno acústico de la reverberación cobra especial importancia en locales como aulas, restaurants, pasillos, bancos, hall, foyers, accesos, cines, hospitales, hoteles, restaurantes, radios, centros comerciales, aeropuertos y otros. También, en los sitios donde se concentra mucha gente y existen varias fuentes sonoras simultáneas que van aumentando progresivamente el nivel sonoro del espacio. En el caso de fuentes sonoras como salas de concierto, los tiempos de reverberación pueden ser mayores y requieren de un cálculo acústico muy afinado.
Actualmente, el criterio más empleado en aislaciones acústicas es el conocido como "masa-resorte-masa". El estudio técnico del mismo implica que para lograr un cerramiento con mayor performance acústica, en lugar de disponer un único elemento -donde la energía sonora se transmite a través del mismo-, sería ideal que el sonido deba atravesar, como mínimo, tres medios. Primero tendría que pasar por un material "masa", luego por el elemento "resorte" y más tarde por otra "masa". Así, esa forma de energía se va desgastando con mayor facilidad. La desvinculación de las dos masas por medio del resorte incrementa el aislamiento sensiblemente. Otro detalle importante es evitar los puentes acústicos, como los producidos al colocar "espalda con espalda las cajas de luz", o no desfasar el emplacado de roca de yeso entre las dos caras del tabique utilizado.
Si desean leer el artículo completo, pueden verlo haciendo click aquí.
Participaron del informe las siguientes empresas:
ACUSTEC-SONEX
Aislaciones San Martín
Knauf
Sonoflex
Por otra parte, los materiales absorbentes se convierten en eficaces aliados de los diseñadores. Los mismos actúan convirtiendo la energía sonora (movimiento de las partículas del aire) en energía calórica mediante la pérdida por fricción. Los materiales absorbentes más usuales son las fibras de vidrio y las espumas de poliuretano, aunque el mercado comercializa otras opciones igualmente valiosas.
Las barreras son proyectadas normalmente para bloquear las ondas directas que emanan desde una fuente sonora. Los encapsulamientos son simplemente una combinación de barreras para rodear la fuente sonora. Habitualmente, los mismos son cubiertos interiormente con materiales absorbentes, a efectos de conseguir una mejora en la reducción del ruido. Si ello no se hiciera adecuadamente se generaría un campo reverberante dentro del encapsulamiento, el cual anularía en parte, el efecto de aislación creado por la barrera. Podemos valorar entonces a la reducción del ruido de un encapsulamiento como la combinación generada por la pérdida de transmisión de la barrera, más el coeficiente de absorción del material utilizado en el interior del encapsulamiento.
La aislación amortiguada de vibraciones conforma el método utilizado para reducir la transmisión de energía vibratoria desde un sistema a otro. Los aisladores de vibración más comunes son los resortes de acero o los soportes de goma o plástico. Los mencionados sistemas pueden adoptar cualquier forma que sea requerida para proveer aislación para masas que pesan desde unos pocos kilos hasta toneladas. Un buen ejemplo de aislación amortiguada es la suspensión de un automóvil. Los absorbentes de impacto proveen la disipación de la energía al bombear un fluido a través de orificios que proveen, a su vez, una resistencia conocida al paso de un flujo de alta velocidad. Muchos sistemas de aislación utilizan elastómeros ya que éstos poseen capacidad de trabajar como resortes y amortiguadores al mismo tiempo.
Otra forma de amortiguación, la estructural, resulta quizás, la más útil de las herramientas para reducir, tanto el ruido de impacto como el ruido permanente, en su misma fuente. Conceptualmente, se trata de disipar la energía vibratoria en la estructura antes que ésta crezca y pueda ser radiada en forma de sonido. Una consideración muy importante es que la amortiguación estructural sólo suprime movimientos resonantes. Las vibraciones forzadas, no resonantes, son muy raramente atenuadas con el uso de amortiguación. Sin embargo, la aplicación de materiales de amortiguación puede, en ocasiones, provocar el efecto de incrementar la rigidez y masa del sistema.
Un tratamiento de amortiguación consiste en la utilización de cualquier material o combinación de ellos aplicados a un componente, o parte de una máquina, a fin de incrementar su capacidad de disipar la energía mecánica. Casi todos los materiales poseen una cierta cantidad de amortiguación o histéresis mecánica. No obstante ello, algunos tales como el acero, el vidrio y el aluminio, entre otros, presentan una escasa amortiguación interna, al punto que su capacidad resonante los convierte en muy efectivos radiadores del sonido. Si se ponen en contacto íntimo dichas estructuras con materiales altamente amortiguados, será posible controlar esas resonancias. La mayoría de los materiales diseñados actualmente como amortiguadores de ruido son visco-elásticos, por lo tanto, son capaces de acumular energía cuando se deforman, al tiempo que disipan dicha energía a través de un proceso de histéresis.
El fenómeno acústico de la reverberación cobra especial importancia en locales como aulas, restaurants, pasillos, bancos, hall, foyers, accesos, cines, hospitales, hoteles, restaurantes, radios, centros comerciales, aeropuertos y otros. También, en los sitios donde se concentra mucha gente y existen varias fuentes sonoras simultáneas que van aumentando progresivamente el nivel sonoro del espacio. En el caso de fuentes sonoras como salas de concierto, los tiempos de reverberación pueden ser mayores y requieren de un cálculo acústico muy afinado.
Actualmente, el criterio más empleado en aislaciones acústicas es el conocido como "masa-resorte-masa". El estudio técnico del mismo implica que para lograr un cerramiento con mayor performance acústica, en lugar de disponer un único elemento -donde la energía sonora se transmite a través del mismo-, sería ideal que el sonido deba atravesar, como mínimo, tres medios. Primero tendría que pasar por un material "masa", luego por el elemento "resorte" y más tarde por otra "masa". Así, esa forma de energía se va desgastando con mayor facilidad. La desvinculación de las dos masas por medio del resorte incrementa el aislamiento sensiblemente. Otro detalle importante es evitar los puentes acústicos, como los producidos al colocar "espalda con espalda las cajas de luz", o no desfasar el emplacado de roca de yeso entre las dos caras del tabique utilizado.
Si desean leer el artículo completo, pueden verlo haciendo click aquí.
Participaron del informe las siguientes empresas:
ACUSTEC-SONEX
Aislaciones San Martín
Knauf
Sonoflex
Nota:
Cabe agregar que otro secreto de aislaciones acústicas lo explico oportunamente el arquitecto Marcelo Seiref:
Levantando dos paredes con ladrillo de 15, No el "sapo", y, dejando una "luz" entre ambas de 10 a 15 cms. tendremos una excelente pared acústica y atérmica.
Con respecto a los ruidos sonoros que son tratados profesionalmente por Estudios de Grabación de Alta Gama, comprobamos que sus paredes son de forma trigonométricas y giratorias.
De acuerdo a los tipos de instrumentos musicales los bastidores giran transformándose en paneles de madera, para los instrumentos de cuerda, de piedra, para los de metal, y de telas rústicas para el resto.
Esto lo difundió el cantante español Alejandro Sanz, cuando debía grabar sus éxitos en Inglaterra, debido a la alta tecnología en sonoridad ambiental.
Fuente en Acústicos: Revista ENTREPLANOS.
HUIRSE BELLINA JORGE ALBERTO
DIRECTOR
RECOLETA NEWS
MIEMBRO EN CUMBRES DE LAS AMERICAS